Respetar toda inteligencia así como su soporte. Lo que equivale a respetar no sólo toda forma de vida dotada con inteligencia, sino también todo pensamiento y todo sentimiento.
Respetar el derecho a la intimidad y a la evitación.
Un refugio proprio y quieto es el único derecho inalienable del Hôdon.
El derecho al aislamiento es tan indispensable que el aire.
El derecho a la evitación garantiza paz: pues todo Hôdon es proprietario a vida de su residencia.
Nunca imponer más de diez artículos de ley.
La ley debe conocerse de cada uno. Todo el resto solo es usos sociales, móvil en el tiempo, en los clanes y entre ellos.
Someter al azar toda decisión común que no adquiere consensos.
La Verdad no es el atributo de persona, solamente la casualidad es universal.
Nunca fijar los artículos siguientes.
Una sociedad fijada no puede evolucionar y va enstancarse.