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Las tradiciones |
Cada vez que seres vivos e inteligentes comparten recursos, un protocolo se establece.
La leyenda de Hôdo queda voluntarmente vaga sobre las tradiciones que conocen tres tiempos.
El primero,"prehôdon",es resultante de su cultura inicial de los colonos (unas mil variedades al principio).
El segundo fue impuesto por las condiciones del viaje de exploración y luego el establecimiento de los pioneros.
Este período se tradujo en la introducción de la carta y el nacimiento de la mediación, la diplomacia, la profilaxia global y la ecología.
Algunos artesanos, llamados a menudo de "medios", se encargaban la mediación trabajabando para disipar los distintos malentendidos y malestar de cohabitación.
Cuando los problemas eran difíciles de solucionar, podían pedir la asistencia de los "astros" especializados como los psy-sociales.
No había sistema jurídico: cada conflicto se regulaba individualmente, en el caso por caso, en las normas de la carta.
La diplomacia establecía las normas de usos sociales común a todo los Hôdones.
Inventariaba también los antecedentes de la evolución del planeta, los motivos de las elecciones y sobre todo las causas de fracaso.
La profilaxia global se refería tanto a la salud física como psíquica.
Esta última era la clave de la civilisación hôdona.
En cuanto a la ecología, esa formaba parte integrante de las costumbres.
Este período tuvo importantes consecuencias políticas.
Los Hôdones consideraban su planeta como una nave cuyos recursos se proporcionan.
En efecto, el Hôdons adoptaron una política común a todos.
Era acrática: es decir, sin poder centralizado.
Pero, tal como ocurre en una nave, la conducta del planeta se confiaba a los "astros" quien tenian que mantener el bienestar de toda la población.
Por otra parte, la política de consumo se daba ecológicamente por malsana.
Las tradiciones hôdonas reúnen las normas relativas a la facilidad de vivir juntos, de la cohabitación en los grupos, entre estos últimos, y en general, a la coexistencia con cualquier forma de inteligencia.
El tercer y último tiempo es el de la etiqueta hôdona.
Esta tradición se distingue principalmente por:
la búsqueda de consenso unánime;
el recurso a la casualidad si una decisión que se debe de tomar no obtenga el consenso (de dónde la costumbre que tienen los Hôdones de usar el dado a diez caras);
el respeto de la palabra dada, indispensable en un sistema acratique. Volver de nuevo sobre una decisión es obviamente normal, pero requiere un nuevo consenso.
Una carta de derecho es inútil en un sistema acráico que no asigna de poder privilegiado a nadie.
Los Hôdones no se dicen igual en derechos, sino iguales en poder y en deber.
la ausencia de derechos, fuera de el de la evitación.
La ausencia de política económica, sustituida por la de écosystema.
Para su bienestar, cada Hôdon depende de la capacidad y de las competencias de otros.
En intercambio, los otros esperan sus servicios, si no, utilizan el derecho a la evitación.
Como los servicios no son necesariamente directamente cambiables (trueque), los Hôdones consideran que los que son válidos y sanos de espíritu contribuyen a su manera al enriquecimiento de todos.
Un Hôdon reconocido como parásito, es mantenido por el resto de la comunidad pero se debe de medicalizarse.
La libertad temporal permite a cada uno organizar a lo largo de su vida, el tipo y la intensidad de su actividad.
Las tradiciones no tienen perennidad como la carta, y evolucionan más o menos rápidamente.
Contrariamente a las normas, las tradiciones no son necesariamente grabadas.
Contrariamente a las normas, las tradiciones no son necesariamente grabadas.
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